jueves, 22 de julio de 2010

Como nos afectamos emocionalmente unos a otros


Descargar o leer aqui Curemos nuestra alma  Es un documento colaboracion de Carol Simpson

   


 El contagio emocional puede ser sutil. Parte de un intercambio tácito que se produce en cada encuentro.  Transmitimos y captamos estados de ánimo unos de otros. Equivale a una economía subterránea de la psiquis en la que algunos encuentros son tóxicos y otros nutritivos.
Esto se produce en un nivel sutil y casi imperceptible.  Nos contagiamos los sentimientos mutuamente, como si se tratara de una especie de virus social. Enviamos señales emocionales en cada encuentro, y estas afectan a las personas con las que estamos.  La gente que es capaz de ayudar a otros a calmar sus sentimientos, posee un producto social especialmente valioso; son las almas  a las que se recurre cuando se padece alguna importante necesidad emocional.   Todos formamos parte de la caja emocional del otro, para el cambio emocional, para bien o para mal.
       ¿Cómo se produce esta transición mágica? 
Inconscientemente imitamos las emociones que vemos en otro, así recreamos en nosotros mismos estas emociones. Esto ocurre en lo general, salvo en los extremos, donde por muy egoísta, poco empático y muy encerrado en el “yo-mi”, jamás se capta las emociones verdaderas de otro.    O en el caso contrario, cuando se está lo suficientemente equilibrado como para captar las emociones ajenas pero no afectarse al punto de modificar las propias.
       Como vemos a la vista se parece pero las razones son diferentes.
       Volviendo a lo general, cuando dos personas interactúan, la dirección en que se transmite el estado de ánimo, es del que es más enérgico para expresarse al más pasivo.
Algunas personas son especialmente susceptibles al contagio emocional: su sensibilidad innata hace que su sistema nervioso autónomo se dispare fácilmente. Esto los hace vulnerables a las influencias ambientales.   Esta sensibilidad puede hacer que se sientan fácilmente conmovidos como también los hace presa fácil de la sugestión inducida, como propagandas, medios de comunicación o personas manipuladoras, etc.
Es bueno reconocer en nosotros cuando nos dejamos influenciar para trabajar con esta tendencia y controlarla en el sentido de que esta afectación no nos lleve a hacer cosas de las que luego nos arrepentiremos.
También debemos conocer nuestro poder de influencia y vigilar que este sea usado para el bien de otros y no para manipularlos.



Breve resumen extraído de una parte del libro “Inteligencia Emocional” de Daniel Goleman, colaboración de Lourdes y Miguel.

1 comentario:

  1. Gracias por compartir de inteligencia emocional.
    La paz los acompañe siempre.

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