Entre abuelos y nietos

 El papel de los abuelos en la familia actual
La integración de los abuelos a la vida familiar suele tener un papel diferente al de los padres. Hay muchos casos en los que los abuelos sustituyen “abusivamente” a los padres haciendo de “canguros”. Para los padres “sale más económico y los hijos estarán bien cuidados”. Para los abuelos, las ganas de quedar bien y el miedo a que “si no se hacen cargo de los nietos después no se los dejarán ver”.

    Una de las principales preocupaciones de los padres es dejar a sus hijos bien cuidados cuando ellos se van al trabajo o faltan de casa. Se puede elegir una guardería, un canguro o incluso los abuelos. La decisión ha de ser tomada con cautela y seguridad. La psicóloga clínica Lourdes Mantilla Fernández en su artículo “Mamás que trabajan” nos invita a plantearnos las siguientes cuestiones que ayudan a tomar una decisión más acertada:
 Hay que realizar una introducción progresiva de esa nueva persona (familiar, canguro, etcétera) o institución (guardería, escuela…) en la vida del niño.
 Hay que mostrar una total confianza hacia esa elección para que, tanto el niño como la madre, estén absolutamente tranquilos.
 Si es posible, conviene mantener los mismos hábitos que se seguían hasta que se ha producido el cambio: horarios, comidas, tiempo de parque...

    Los padres deben transmitir a los hijos una buena y sana estima por los abuelos, no percibir su relación como meros ayudantes sino como elementos insustituibles en el proceso de formación de los niños, merecedores de respeto y amor, y olvidando el lema de que las personas valen en la medida en que son “utilizables”.

   La convivencia con los abuelos habría que plantearla como un hecho positivo y entusiasmador, como forma de dar afecto a unas personas que lo necesitan, pero no como un acto de compasión.

Todos los padres que han tenido que recurrir a dejar los hijos con los abuelos o alguna otra fórmula (guardería, canguro, etc.), han sentido una sensación de culpabilidad y descontento por no dedicar todo el tiempo que quisieran a los hijos y porque quieren controlar lo más posible el desarrollo de los chicos. La realidad y la experiencia hace caer en la cuenta de que es imposible llevar un control absoluto tanto del trabajo como de los hijos, la pareja, la casa, los amigos, etc. Por eso es necesario aliviar responsabilidades y evitar tensiones para sentirnos mejor. Para conseguirlo desde el principio y antes de que aparezcan estos sentimientos y las posibles frustraciones es importante:
 Dejar de lado la idea de superwoman o superman: nadie puede ser una madre o padre ejemplar, una esposa o esposo ideal y un excelente trabajador.
 Si los padres se tienen que ausentar del hogar por razones de trabajo han de permitirse dejar en manos de personas de confianza el cuidado de sus hijos.
 Antes que unos padres frustrados, tensos o deprimidos, los hijos necesitan de unos padres afectuosos e interesados por su desarrollo.
 Abandonar el sentimiento de culpabilidad: en el contacto con nuestros hijos se cumple una vez más el principio de que no es tan importante la cantidad de tiempo que pasemos con ellos, como la calidad del mismo.

  Debemos asumir también que la relación con los abuelos puede ser difícil. En la vida hay algunos aspectos ásperos que se ponen más de manifiesto en la vejez y saber admitirlo es una manera de aceptar la realidad y prepararse para vivirla. Los abuelos nos acercan al sufrimiento y a la vez la posibilidad de no dramatizarlo.

   Según el psiquiatra Joan Corbella “una contingencia cada vez menos valorada educativamente es la necesidad de dar a los hijos mecanismos para aprender a tolerar frustraciones y a darse cuenta de que, en el transcurso de la vida, se encontrarán con gran cantidad de imponderables que ellos no podrán controlar y que deberán aceptar. Entre una actitud paterna que querría evitar a sus hijos todo tipo de sufrimientos y otra que pretende programar algunas frustraciones para que el niño vaya aprendiendo a tolerarlas, acontecen a lo largo de una vida, y entre ellas, las enfermedades y defunciones de las personas queridas pueden ser de un valor incomparable”.

   Pero aparte de estos aspectos debemos considerar que el papel de los abuelos en nuestra sociedad actual puede generar “celos” en los padres de que les quieran más que a ellos, o que les eduquen a su manera, o que se “entrometan” en sus vidas.

    Estos son temores comprensibles cuando son los abuelos quienes pasan más tiempo con los niños, debido a los horarios y obligaciones profesionales de los padres. Hay ocasiones en que se produce una "competitividad" entre abuelos y padres. Estos últimos se hacen preguntas del tipo: ¿habrá comido lo suficiente?, ¿se echó la siesta a su hora?, ¿nos echó de menos?, etc.

  En nuestra cultura de familias compuestas sólo de padres e hijos cada nueva generación busca sus propios valores de manera solitaria. Sin la experiencia y fuente de valores culturales que aportarían los abuelos, las familias jóvenes pueden sentirse ansiosas e inseguras. A veces dejar al niño con un pariente cercano puede generar tensiones, en cambio curiosamente con algún extraño es más fácil de llevar. Este efecto se produce por el tema anteriormente tratado de los “celos” y es más frecuente en las abuelas. Sin embargo, los abuelos son ajenos al conflicto edípico inmediato, no tienen necesidad de ser autoritarios, pueden ser indulgentes y afables.

   Conviene que las dos generaciones se pongan de acuerdo respecto a las pautas fundamentales. En el caso de las abuelas son muchas las que buscan la manera de ser importantes para sus nietos y útiles a sus propios hijos. Aquí tenemos algunas formas adecuadas de empezar:
a) Defienda la preeminencia de su papel: consiga que su papel merezca la confianza de los padres y la aprobación del niño. Así resultará útil a ambas generaciones.

b) Ofrézcase para atender a los niños regularmente y cuando lo necesiten. Puede hacerse cargo de los niños para que no vayan a la guardería o en otro caso, atenderlos los domingos después del almuerzo o los sábados por la noche. Los padres se lo agradecerán.

c) Busque el pretexto y la forma de organizar reuniones los días festivos. Los recuerdos de los gratos momentos de contacto con la familia serán perdurables. Desoiga las objeciones e inconvenientes de sus hijos y diga “os esperamos”.

d) No halague a sus nietos sólo en las reuniones familiares. Regáleles algún juguete aunque no sean fechas clave (navidad, etc.) Lléveselos al parque, al cine. Busque tiempo para hablar con cada uno de ellos. Hábleles de sus padres cuando tenían su edad.

e) Nunca les diga a sus hijos cómo deben proceder en presencia de sus nietos.

f) Sea un remanso de paz y estabilidad para ambas generaciones. Esto significa que a veces debe mantener la boca cerrada. Deje que recurran a usted y prodíguese en dar consuelo, experiencia y amor familiar, para así proporcionar estabilidad a todos los miembros de la familia.

g) No importune a los pequeños, para evitar que le rehuyan.

h) Y si vive lejos, manténgase en contacto: llame por teléfono, haga visitas regularmente por cortos periodos, manténgase al corriente de los gustos de cada uno de sus nietos, etc.

   En general, podemos afirmar que los abuelos (tanto hombres como mujeres) son un testimonio de las diferencias generacionales, pero aunque ya hemos hablado de su importancia en el proceso de maduración de los niños, también debemos mencionar que hay veces que esta posibilidad se ve limitada por la actitud de los propios abuelos.

   Hay personas mayores que no aceptan su condición y luchan contra el tiempo. Hay abuelos rígidos y gruñones que quieren enseñar riñendo y criticando la conducta de los nietos. Hay abuelos que no se dejan querer provocando conflictos y tensiones. En resumen, hay mayores que con su actitud favorecen su marginación, pero en cualquier caso, siempre resulta aconsejable esforzarse al máximo tanto de una parte como de la otra. Los abuelos deben hacer un esfuerzo por integrarse en la vida familiar de los hijos y nietos.


   Ser viejo es una realidad, no un derecho que permite manipular a los otros, del mismo modo que los jóvenes no tienen derecho a manipular a los viejos. Los abuelos jubilados pueden dar al hijo un testimonio de relativización que todos necesitamos para trascender a lo que se hace. El ejemplo de quién es, más allá de sus actos y rendimiento, ayuda a valorar a la persona como tal, hecho que no es fácil encontrar en el contexto de valores que se pretende inculcar actualmente a los niños y a los jóvenes.


   En resumen y como conclusión debemos quedarnos con estas ideas importantes:

1. Los abuelos de hoy día han cambiado. Es verdad que están más dispuestos a ayudar a los hijos para cuidar a los nietos pero también reclaman una libertad y autonomía que hasta la fecha les ha faltado y el bienestar de la sociedad actual les proporciona.
2. La relación y el contacto con los abuelos siguen siendo muy enriquecedoras para los niños.
3. Los abuelos representan la memoria histórica y los orígenes de la familia.
4. Los abuelos transmiten el testimonio de otras épocas, la continuidad generacional, la pertenencia a un árbol familiar, aspectos fundamentales para el desarrollo psicológico de los niños.
5. Contar con la ayuda y participación de los abuelos en la educación de los hijos aporta ventajas a todos:
 los abuelos se sienten más útiles y valorados,
 los padres más tranquilos y,
 los nietos encantados.
6. Los abuelos suponen un complemento a la educación que los hijos reciben de sus padres.

"El juguete más sencillo, aquel que hasta el niño más pequeño puede manejar, se llama abuelo". (Levenson)
El papel del abuelo ha cambiado tanto en su duración como en sus características. En los últimos años se han producido muchos cambios sociales y generacionales que también han causado modificaciones en la familia, incremento de la expectativa de vida, aumento de las familias multigeneracionales, cambios generacionales. En este último aspecto es evidente que los abuelos actuales tienen unas características muy diferentes a los de generaciones anteriores.
Actualmente las personas se convierten en abuelos durante su edad madura por lo que no son los típicos abuelos y abuelas pasivas sino personas sanas y activas que viven su propia vida y que, muchas veces, aún están en la plenitud de su actividad profesional. Vemos que el rol del abuelo ha cambiado y está cambiando.
En cuanto a la esperanza de vida a lo largo de este siglo ha aumentado en España en un 117 %; se ha pasado de una esperanza media de vida de 34,7 años en 1900, a 76,94 años en 1990, siendo diferente según los sexos (73,4 / hombres; 80,49 / mujeres); estos datos son de 1990; en estudios posteriores vemos un incremento aún mayor. Los avances de la medicina, el desarrollo económico y social, los avances tecnológicos, los factores genéticos, nutricionales, de ejercicio físico, etc. son algunos de los factores que influyen en este aumento de la esperanza de vida.
principios de siglo, la mayoría de los niños no llegaba a conocer a sus abuelos, o como máximo a dos de ellos; actualmente la mayoría de niños conoce a sus 4 abuelos, e incluso a sus bisabuelos.
A todos estos cambios hay que añadir las mejoras y nuevas oportunidades que se han ido produciendo dirigidas a las personas mayores como losprocesos de jubilación, las mejoras de calidad de vida, las residencias, las actuaciones de la seguridad social, los descuentos en viajes y medicación, la posibilidad de estudiar…, situaciones impensables en generaciones anteriores, que llevan a los abuelos a una vida diferente y con roles distintos a los tradicionales. Estos cambios generacionales se pueden observar si analizamos los cuentos infantiles; en los cuentos antiguos los abuelos son viejos, con pelo blanco, quisquillosos… las abuelas canosas, con gafas, con delantal… en los cuentos más actuales (a partir de los 80) la descripción de los abuelos se corresponde más con la realidad.
Pero los cambios afectan a todos, es decir, que los abuelos son diferentes, pero también los hijos y los nietos.

RELACIONES ENTRE PADRES MAYORES – HIJOS ADULTOS:

Actualmente la mayoría de los adultos de mediana edad tienen a sus padres vivos y esta tendencia es cada vez más habitual debido al aumento de la esperanza de vida. Las relaciones entre padres e hijos van cambiando con el tiempo, en general existe un fuerte vínculo entre padres e hijos que resulta de la adhesión en edades tempranas y que continúa a lo largo de toda la vida.
Una creencia muy común es pensar que las personas mayores sufren cuando sus hijos se van de casa y que apenas mantienen entonces relación con ellos, pero esto no es lo que demuestran los diversos estudios sobre el tema, sino que cuando los hijos se marchan de casa, los padres se ven liberados de una gran cantidad de responsabilidades y con suficiente tiempo libre para realizar actividades a las que antes no podían dedicarse, además siguen teniendo buenas relaciones con los hijos siendo actualmente más cercanas que en otras décadas anteriores.
Normalmente los padres y sus hijos adultos viven en casas diferentes, ya que ambas generaciones prefieren vivir su propia vida de forma independiente y piensan que no sería fácil vivir en la misma casa, ya que sus vidas privadas se verían perjudicadas. Es por eso que cuando una persona mayor se va a vivir en casa de un hijo suele deberse a problemas económicos, de salud, a la muerte de la pareja, etc. es decir, por necesidad. Pero la mayoría, aunque no viven en la misma casa, viven cerca y mantienen contactos frecuentes.
Aunque las dos generaciones ven la relación con la otra como cercana, los padres suelen percibirla con mayor confianza, respeto, comprensión, y afecto, mientras que los hijos están más interesados en una relación más distante debido a su preocupación por su autonomía y distanciamiento. Pero esta relación no puede medirse sólo teniendo en cuenta la frecuencia de los contactos, sino que la calidad de los mismos es muy importante, pudiéndose medir por medio del apoyo y de la ayuda que se ofrecen mutuamente. Normalmente el dinero, los regalos, los consejos y el apoyo van en ambas direcciones, sobre todo cuando los padres mayores aún son independientes y están sanos.
Los hijos pueden ayudar a sus padres de varias formas:
§ Con apoyo económico
§ Cuidados personales
§ Llevándolos de un sitio a otro
§ Saliendo juntos de excursión, de vacaciones…
§ Preparándoles la comida
§ Ayudándoles con la casa
§ Etc.
Sin embargo, los padres suelen valorar más el afecto y el respeto que la ayuda material.
Cuando los padres se encuentran con buena salud y son independientes las relaciones con sus hijos son mucho mejores y cuando empiezan a depender de los hijos, la relación se vuelve más tensa. Las dos fuentes de estrés más importantes en la relación padres-hijos adultos son la pérdida cognitiva y el experimentar la necesidad de cuidados. Los hijos de mediana edad se sienten presionados en la obligación de tener que cuidar a sus hijos adolescentes y a sus padres ancianos, esto es lo que se llama "presión del ciclo vital".
De todos modos los hijos cuidan de sus padres, no los dejan abandonados y cuando el cuidado viene de sentimientos de afecto y no de deber ambos se sienten mucho mejor y su relación es más relajada y satisfactoria.
Normalmente son las hijas las que toman el papel de cuidadoras y las que soportan un nivel mayor de estrés debido a que realizan tareas diferentes que los hijos. Tengamos en cuenta que si actualmente ya es difícil para los hijos hacerse cargo de sus padres ancianos se cree que en un futuro próximo será aún peor, ya que se están produciendo unos cambios en las nuevas generaciones que dificultan cada vez más la adopción del papel de cuidador, como:
Las hijas suelen convertirse en las cuidadoras pero la proporción de mujeres trabajadoras va en continuo aumento por lo que cuando los padres necesiten cuidados, las hijas tendrán que elegir entre 3 opciones: dejar de trabajar, contratar a alguien, o llevarlos a un asilo, y todos los casos provocarán sentimientos de culpabilidad o resentimientos.


La actual tendencia a tener cada vez menos hijos provocará que cuando los padres se hagan mayores los hijos tendrán menos hermanos (o ninguno) para compartir los cuidados, lo que producirá mayor estrés y empeorará la relación con los padres.
Y con el retraso de la maternidad se tiende a que cuando los padres necesiten ayuda, los nietos todavía sean pequeños y vivan con los padres, con lo que a los hijos adultos les tocará cuidar de dos generaciones a la vez.
Otro factor influyente en las relaciones entre los padres y los hijos es el grado de acuerdo o de conflicto sobre las creencias o valores externos a la familia.
Es muy importante tener en cuenta que la relación entre padres e hijos adultos influye en la relación entre nietos y abuelos.

RELACIONES ENTRE ABUELOS Y NIETOS

Una persona que ahora se convierta en abuelo a los 50 años no puede desempeñar su rol de abuelo comportándose igual que lo hacían los suyos, además, igual que los abuelos de ahora son distintos a los de antes, también los niños han cambiado. Los niños de ahora tienen el tiempo mucho más estructurado, están expuestos a problemas de drogasanorexiaalcoholdivorcio de los padres… Los mismos abuelos llevan una vida más activa y desempeñan otros roles familiares y sociales.
Ser abuelo es una parte importante del ciclo de la vida para muchas personas y los nietos serán muy importantes para la mayoría de ellos. Muchos de ellos utilizan esta nueva relación para realizar cosas que no hacían antes y les ayuda a resolver conflictos psicosociales y potenciar el bienestar psicológico.
Normalmente unos roles los vamos eligiendo a lo largo de la vida (ser padres, etc.) y otros se adquieren sin tener ningún control en la elección. Ser abuelo es uno de estos roles atribuidos sin elegirlos, las personas no eligen si quieren o no quieren ser abuelos, ni cuando serlo, les llega atribuido por la elección de otras personas (los hijos), por eso, las personas mayores se convierten en abuelos a distintas edades. Así, si se es demasiado joven o demasiado mayor, el ser abuelo no será tan satisfactorio.
Las relaciones que mantienen los abuelos y los nietos en general son satisfactorias para ambos, y mantienen un contacto frecuente. Las interacciones más comunes entre abuelos y nietos incluyen visitas de ambos (breves o largas), intercambios de regalos, intercambios de cartas y otrascomunicaciones, e intercambios de experiencias; hay un intercambio en las dos direcciones. Los abuelos dan a sus nietos afecto, amor, cuidados, valores morales, experiencias de vida, soporte, comprensión, amistad, tiempo, compañía… y reciben estimulación, entretenimiento, amor, inspiración, continuidad en el futuro, amistad, compañía…
Las funciones típicas de los abuelos se dividen en influencias directas e indirectas (a través de los padres). Las influencias directas sobre los nietos se relacionan con su papel de cuidador, compañero de juegos, historiador, consejero, modelo, amortiguación entre padres e hijos, confidente… y las influencias indirectas se refieren a apoyo económico y emocional que ofrecen a los padres, así como otras relaciones que tienen con ellos y que tienen influencia en los nietos.
Los abuelos mantienen muchos contactos con sus hijos y nietos pero normalmente no tienen una gran influencia en sus vidas. Cuando SÍ tienen más influencia es en los momentos de crisis (enfermedad, divorcio, etc.) momentos en los que los abuelos se vuelven muy importantes en la vida de sus nietos al ofrecer, normalmente, gran apoyo para la familia.
El vínculo que establecen con un nieto adoptivo es similar al de los nietos biológicos aunque dependerá de la edad del niño al llegar a la familia y de su lugar de residencia.
Otro caso especial es cuando el niño sufre la muerte o pérdida de los padres y los nietos pasan a cargo de los abuelos. En este sentido los abuelos tienen una visión de la vida diferente a la que tenían cuando eran padres y es por eso que hay muchos casos en los que de padres eran muy rígidos e intransigentes mientras que como abuelos son totalmente diferentes. Sin embargo, si tienen que desempeñar el papel de padres con sus nietos, volverán a adoptar el estilo de padre que tenían con sus propios hijos.
Un aspecto muy importante es la relación que mantienen los abuelos con sus hijos ya que representan el puente de unión con los nietos cuando son pequeños. Si se dan problemas en la relación con sus hijos, el acceso a los nietos se dificulta, por eso es importante que entre las dos generaciones haya acuerdo, en beneficio de los nietos.
El tema de la educación de los niños puede convertirse en una fuente de conflictos y malentendidos que tienen efectos muy negativos en la relación entre el abuelo, su hijo y su nieto. Los abuelos pueden tener formas de pensar y de ver las cosas diferentes a las de sus hijos, pueden no estar de acuerdo en la forma de educar a los niños, etc., pero deben tener en cuenta que el ser abuelos no significa una segunda oportunidad de ser padres, es decir, que pueden aconsejar y dar su opinión, pero las decisiones las toman los padres.
Normalmente ser abuelo se asocia con ser viejo, pero cada vez se da más en etapas anteriores.
Muy pocas veces esto de ser abuelo acaba en una crisis pero puede pasar, cuando tiene lugar fuera de tiempo o coincidiendo con otros sucesos. Es decir, que aunque NO todos lo pasan bien con su nuevo rol de abuelo, los que normalmente se sienten incómodos son los que se encuentran en los extremos del ciclo de edad, en este sentido están los que se sienten demasiado jóvenes y en el otro extremo los que se convierten en abuelos a los 80 años o más, los cuales NO se sienten con la energía ni la paciencia necesaria para cuidar de sus nietos recién nacidos.
Las personas que se convierten en abuelos en la edad normal para ello (45 – 50), se adaptan mejor al nuevo rol.
La ocupación del tiempo de los abuelos se puede situar entre dos posiciones extremas:
Los abuelos muy implicados que viven una segunda y forzada pseudopaternidad asumiendo el cuidado de los nietos.
Los abuelos poco implicados (los grandes viajeros, interesados en el consumo y en las actividades de ocio y todo eso).
Ser abuelo responde a 2 tipos de tareas:
Las referidas a la interacción abuelo – nieto
Aunque no actúen de padres tienen tiempo para reír, escuchar, amar, y servir de soporte emocional en las crisis.
Las referidas a la interacción abuelo - hijo
Los abuelos ya han pasado por la etapa de ser padres, por lo que tienen unos conocimientos y experiencia que los hijos no tienen.
Ya hemos dicho que el convertirse en abuelo es importante para la mayoría de personas. El ser abuelo da significado a la vida, preocupa cómo serán recordados por los nietos, da un sentido de inmortalidad personal a través de los descendientes, vuelve a involucrar con el pasado, tiene el rol clásico de malcriar a los nietos, etc.
Todos los abuelos viven estas dimensiones en algún momento pero suele predominar una de ellas. En todos los casos las buenas relaciones con los nietos son experiencias muy positivas para los abuelos, son una fuente de renovación biológica o continuidad vital, aportan una autorrealización emocional, posibilitan la experiencia de ser una fuente de recursos, pueden sentirse orgullosos de los logros y éxitos de sus nietos como si fueran suyos…

ROL Y FUNCIONES DEL ABUELO

Ya dijimos que no se puede hablar de abuelos y abuelas típicos ya que las personas se convierten en abuelos a distintas edades y circunstancias por lo que el papel del abuelo es una actividad muy individualizada. En las familias en las que los dos padres trabajan normalmente son los abuelos los que se ocupan de los niños. El papel de los abuelos es distinto al de los padres y la relación de apego que se forma con ellos es también distinta. Los abuelos suelen ser más consentidores y dan más apoyo o empatía y simpatía y menos disciplina, es decir, mantienen una relación más juguetona y relajada.
Lo que todos los abuelos tienen que tener muy claro es que su nieto NO es una segunda oportunidad para representar el papel de padres, sino que ahora les llega el momento de desempeñar un nuevo papel de abuelos.
Vamos a ver mejor cuáles son sus funciones más importantes:
Cuidador:
Este rol está muy extendido, es una de las influencias más directas de los abuelos sobre sus nietos, que aunque se desempeña en cualquier situación, es más común en las parejas uniparentales, en casos de madres adolescentes, en momentos de crisis o cuando los dos trabajan fuera de casa. En cuanto alsexo, hay más número de abuelas que de abuelos en este grupo siendo el rol del abuelo como cuidador normalmente un canguro provisional.
Compañero de juegos:
Junto con la anterior es una de las principales influencias de los abuelos sobre los nietos que se suelen sentir satisfechos con su nuevo rol y disfrutan jugando con los pequeños, hablando con ellos, etc. Se trata de un estilo relajado y no autoritario, formado principalmente por abuelos jóvenes que tienen suficiente energía.
Historiador:
Esta función de historiadores de la historia familiar y de las tradiciones es muy positiva tanto para el abuelo como para el nieto. Los nietos ven a sus abuelos como historiadores que les hablan de su herencia étnica, de la historia familiar, de las tradiciones, de lo que hacían cuando eran ellos pequeños, de cómo eran sus padres de pequeños, etc. y los niños disfrutan oyendo las historias sobre todo esto, les ayuda a llenar el vacío entre el pasado y el presente dando un sentido a la historia de su familia. Este rol les pone en un lugar ventajoso sobre los padres de los niños ya que ellos pueden recordar mucho más del pasado de la familia, de sus orígenes, contar cosas que les contaban sus abuelos, etc. poniendo en contacto aspectos de diferentes generaciones. Y también tiene un efecto positivo en la relación padre – hijo cuando los abuelos cuentan a los nietos cosas de sus padres cuando eran niños y jóvenes, lo que hace que conozcan más del pasado de sus padres facilitando un entendimiento entre ellos.
Transmisor de valores morales:
Otra función muy común de los abuelos es la de aconsejar, guiar, asesorar y transmitir valores morales. Deben enseñarles que NO todo lo nuevo es bueno y que NO todo lo viejo es malo. Muchas veces los viejos valores son los más acertados y necesitan una reafirmación.
Modelo de envejecimiento y ocupaciones:
Los niños ven a sus abuelos como modelo de envejecimiento. Esto tiene que ver con abuelos que quieren enseñar a sus nietos cómo vivir, darles consejos y sabiduría, y enseñarles cómo piensa y funciona la gente mayor. Esta actitud puede dar a los niños una actitud saludable para con la gente mayor sobre todo en nuestra cultura en la que la juventud es prácticamente adorada, los niños necesitan aprender a conocer y valorar a sus mayores. Los abuelos actúan así como modelos del futuro rol de sus nietos como abuelos y como modelo de relaciones familiares. Además al conocer a los abuelos, los niños aprenden que los mayores son buenos y pueden quererlos y respetarlos como parte de la familia. También actúan de modelo decomportamiento, es decir, los niños observan la forma de relacionarse sus abuelos con sus padres y con ellos mismos y esta puede ser la forma que ellos adquieran en el futuro para relacionarse con sus padres ancianos y con sus nietos.
Amortiguación entre padres e hijos:
Suelen actuar como pacificadores que intervienen para calmar las aguas y reducir las tensiones. Es una función estabilizadora de la familia que hasta en épocas de tranquilidad actúan como mediadores de la familia ayudando a los chicos adolescentes y a sus padres a resolver sus diferencias; es como un árbitro de las disputas familiares.
Influencia a través de los padres:
Además de las influencias directas que hemos visto pueden darse otras indirectamente ya que la relación entre abuelos y nietos no es un lazo directamente generacional, sino que está mediada por una generación intermedia (la de los padres). Por ello, la relación entre los abuelos y sus hijos afectará mucho a la relación con los nietos. Los abuelos con buenas relaciones con sus hijos tienen más probabilidad de acceso a sus nietos y de desarrollar con ellos vínculos más fuertes. Los abuelos pueden influir en el comportamiento de los nietos de modo directo o indirecto a través de sus hijos (padres de los nietos) y tanto de una forma positiva como negativa.
Ayuda en los momentos de crisis:
Los abuelos suelen ayudar en momentos de crisis como divorcio, separación, enfermedades, problemas económicos…
Amor incondicional:
Los abuelos ofrecen amor incondicional a sus nietos sin tener las obligaciones que tienen los padres de educarlos de forma adecuada. Es un hecho que los abuelos pueden ayudar a los nietos a sentirse queridos y seguros; los niños nunca tienen demasiado de este tipo de amor. El rol moderno de los abuelos está más relacionado con el afecto y la calidez que con la autoridad y el poder. Aunque el abuelo no tenga un contacto diario con los nietos y no desempeñe un papel igual al de los padres se crea un vínculo emocional entre ambos muy importante y que dura años, incluso toda la vida.
Mimar y malcriar:
Este es el rol clásico con el que siempre se les ha identificado igual que pasa con la función anterior de dar amor incondicional. Lo de mimar a los nietos está muy unido al hecho de que ser abuelo ofrece todo lo bueno de ser padre pero sin las obligaciones de la crianza, por lo que es normal que sean los abuelos los que mimen y malcríen a los nietos, es decir, les dan todo lo que quieren y no aplican reglas. Este hecho de mimar a los nietos puede tener consecuencias positivas en los niños y en la relación que mantienen, pero también negativas cuando los mimos llegan a anular la figura de los padres.
Confidentes y compañeros:
Los nietos muchas veces consideran a los abuelos como las personas que más les comprenden, les entienden, saben lo que les pasa, etc. Muchas veces se sienten más cerca de los abuelos que de los padres para contarles sus cosas, sus problemas, sus dudas, sus alegrías… Esta unión puede deberse a los aspectos que comparten la juventud y la vejez: ambos son grupos de edad no dominantes, con menos poder e influencias que los adultos, son considerados como no productivos, tienen mucho tiempo libre, están incompletamente educados (a los jóvenes les falta la experiencia y los abuelos echan de menos una educación formal), muchas veces son pobres, etc.
Abuelos indiferentes:
Son los que raramente ven a sus nietos, sólo unas horas una o dos veces al año. Normalmente son personas que no se sienten satisfechas de ser abuelos desde el principio. El papel del abuelo en la vida de los nietos es muy importante y sus relaciones serán más fuertes y duraderas si ambos pueden disfrutar juntos.

FACTORES QUE AFECTAN A ROL DEL ABUELO

La relación abuelo-nieto se ve influenciada por muchos factores; unos influyen positivamente y otros negativamente. Destacan:
CARACTERÍSTICAS DEL ABUELO
EDAD: Ya hemos visto que la edad del abuelo va a influir en la relación que tenga con el nieto; lo mejor sería convertirse en abuelo en el momento adecuado, pero esta no es una decisión que dependa de los abuelos. Por otra parte la edad del abuelo es un buen predictor de cuál será su estilo para ejercer como tal, en este sentido, los más jóvenes tienen más probabilidades de ser más activos y comprometidos y los más mayores (por encima de los 65 años) tienden a ser más distantes e implicados periféricamente.
SEXO: Muchas investigaciones muestran diferencias significativas en las relaciones que mantienen los nietos con sus abuelos, según el sexo del último. También es verdad que los estudios sobre el sexo del abuelo se han centrado mucho más en el caso de las abuelas (hay muchos más estudios). Las abuelas suelen tener una relación más íntima y cálida y actúan más como madres sustitutas que los abuelos. Muchos estudios sugieren que el ser abuelo es especialmente fundamental para las mujeres, por lo que suelen ser más activas y más involucradas emocionalmente con los nietos. Se relacionan con ellos desde el nacimiento, mientras que los abuelos empiezan a relacionarse más con ellos cuando son un poco más mayores. Suele ser habitual que los niños elijan como su abuelo favorito a una de sus dos abuelas, y sobre todo a su abuela materna. También parece existir una mayor relación entre sexos: abuelo – nieto; abuela – nieta. Pero en la actualidad y cada vez más las diferencias entre abuelos y abuelas son cada vez más pequeñas, ya que las diferencias sexuales también se van reduciendo.
FAMILIA DE ORIGEN: Esto se refiere a si el abuelo es paterno o materno. Ya hemos visto que muchos estudios demuestran que los abuelos maternos desempeñan un rol mucho más significativo en la vida de sus nietos que los paternos, suelen ser más cercanos para los nietos y tienden a participar más en épocas de crisis, siendo la relación más fuerte y con mayor contacto la que se da con la abuela materna. Muchos nietos tienden a sentirse más unidos con sus abuelas maternas y menos con sus abuelos paternos. Esto puede relacionarse con la edad, ya que es más probable que los abuelos maternos sean más jóvenes que los paternos. Por otra parte, los abuelos paternos, además de llevarse bien con su hijo deben establecer vínculos estrechos con sumujer para que la relación con sus nietos sea similar a la de los abuelos maternos. Esta inclinación matrifocal (las familias suelen estar más unidas por la rama materna) perjudica a los abuelos paternos en caso de divorcio.
ESTADO DE SALUD: Los nietos se sienten más cercanos a los abuelos que no tienen serias dificultades de salud. Una mala salud puede interferir negativamente por la disminución de los contactos e intercambios.
DISTANCIA GEOGRÁFICA: La distancia geográfica entre abuelos y nietos es muy importante ya que puede influir tanto positiva como negativamente en la relación. Si viven muy lejos, la frecuencia de contacto será muy reducida, lo que hará que su relación sea más superficial. Los abuelos elegidos por sus nietos como favoritos suelen vivir en el mismo pueblo o ciudad, también, lógicamente, realizan más actividades con ellos. Normalmente los abuelos que viven lejos desean un mayor contacto con los nietos.
OTROS FACTORES PERSONALES: Aquí entra la personalidad de abuelo, según la cual, se entenderá mejor o peor con su nieto, ya que hay personalidades que conectan más que otras.
CARACTERÍSTICAS DEL NIETO
EDAD: La edad del niño es un factor muy importante, pero su edad no queda estable, va cambiando y también sus necesidades, deseos e intereses, por eso el abuelo también irá cambiando su estilo de ejercer como tal adaptándolo a las nuevas necesidades del nieto. Algunos autores nombran unas etapas que pasa el abuelo; la primera abarca desde el nacimiento hasta los primeros 15 años del niño y es cuando los abuelos están más implicados. La segunda empieza a los 15 y se caracteriza por una menor implicación. Y la tercera se refiere a la adultez del nieto, donde la implicación del abuelo dependerá básicamente de si los nietos viven cerca o lejos.
SEXO: También el sexo del nieto influirá en la relación que establezca con los abuelos ya que suele haber mayor relación entre abuelo – nieto del mismogénero, sobre todo del femenino, lo que se relaciona con el mayor grado de similitud de tareas del rol. Normalmente son las nietas las que prefieren estar más con los abuelos, puntúan más alto en compañerismo, en ayuda instrumental, crianza e intimidad… Las niñas suelen buscar y mantener los lazos intergeneracionales más que los niños. Al ser pequeñitos no se encuentran diferencias, teniendo ambos igual relación con los abuelos, pero en lapubertad, los chicos se suelen acercar más a los abuelos y las chicas se mantienen más distantes. Esto puede deberse a que la pubertad es una época de tensiones emocionales que hacen que los chicos se alejen de sus padres y busquen apoyo en los abuelos, mientras que las chicas buscan este apoyo en las amigas. De todas formas también hay estudios que demuestran que no existen diferencias entre nietos y nietas.
ORDEN DE NACIMIENTO: Parece que el nieto único y el primogénito tienen mayor sentimiento de cercanía, sentimiento de ser conocido y de conocer más a su abuelo/a y parece que los nietos intermedios corren el riesgo de pasar más desapercibidos. Todo esto puede deberse más bien a la edad de los abuelos, ya que los primogénitos suelen tener padres y abuelos más jóvenes.
PERSONALIDAD DE LOS NIÑOS: Idem que lo dicho en el apartado "personalidad" del abuelo/a.
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA FAMILIAR:
ESTRUCTURA FAMILIAR: En las familias biparentales los abuelos suelen quedar más al margen y tienen menos implicación directa con los nietos, pero en las familias monoparentales la importancia de los abuelos aumenta y los niños sienten más acercamiento hacia ellos.
RELACIÓN PADRES – ABUELOS: Ya hemos dicho que para que la relación abuelo – nieto se desarrolle de forma positiva es necesario contar con la aprobación de los padres; esta generación intermedia actúa como mediadora.
FRECUENCIA DEL CONTACTO: Como es natural, los niños que ven frecuentemente a sus abuelos se sienten más cercanos a ellos, tienen una relación más directa, un mayor sentimiento de entendimiento y una mayor influencia. La frecuencia del contacto depende de la distancia geográfica, ya que cuanto más cerca se vive, hay más posibilidad de contacto. Parece ser que es la abuela materna con la que mayor frecuencia de contacto se tiene, tanto a nivel de contacto visual como por teléfono. El mayor contacto visual o telefónico ayuda a mantener la relación de apoyo, aunque está claro que el más positivo es el contacto cara a cara.
Los abuelos y sus nietos deben estar en contacto. Ambos obtendrán beneficios en esta relación. Y los padres de los niños deben facilitar este contacto, aún cuando existan problemas en la relación que ellos mismos establecen con sus mayores. No debe involucrarse a los hijos en estos problemas porque tienen todo el derecho a disfrutar de sus abuelos y viceversa.

PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ROL DEL ABUELO

Aunque la relación de los abuelos con los nietos suele tener influencias muy positivas, siempre encontraremos artículos e investigaciones que nos hablen de los efectos negativos. Algunas personas dicen que los abuelos nunca imponen disciplina a los nietos, que los miman y consienten demasiado o les dan muchos regalos… Otras dicen que su forma de actuar influye negativamente minando la autoridad de los padres, tratando de comprar el afecto de los nietos o para satisfacer sus propias necesidades personales. Vamos a ver algunos ejemplos de casos en los que los abuelos puedan tener influencias negativas sobre los nietos, lo que hace que se conviertan en un problema para la familia:
Los abuelos a veces están confundidos sobre el rol que se espera que desarrollen en relación con sus nietos. Si están muy interesados y asumen mucharesponsabilidad pueden acusarlos de entrometidos, y si no muestran mucha atención se les acusa de negligencia. Otros abuelos quieren dar amor a los nietos, quieren que sean felices y no quieren ser disciplinarios, por lo que algunos confunden el amor incondicional con la total permisividad. Muchos abuelos no saben qué tipo de funciones deben desempeñar según lo que sus nietos esperan de ellos lo que crea en ellos inseguridades y decepciones en los nietos cuando no reciben lo que esperan.
Los abuelos pueden tener diferentes ideas sobre la crianza de los niños. Suelen tener unas ideas claras sobre cómo se debe educar, que se basan en la forma en que han sido educados y en la forma en que educaron a sus hijos. Su filosofía podría ser adecuada, pero el problema aparece cuando sus ideas no coinciden con las de los padres de los niños, y esto crea problemas. Ya dijimos que los abuelos tienen todo el derecho a expresarse, a protestar, a mostrar su desacuerdo, a dar consejos… pero las decisiones deben tomarlas los padres de los niños. Y los abuelos tienen que tener mucho cuidado de NO minar la autoridad y formas de disciplina de los padres y no deberían intervenir cuando los padres están disciplinando a sus hijos, ya que esto crea rebelión y resentimiento. Los nietos pueden sentirse confundidos cuando no saben si tienen que seguir las normas de sus padres o de sus abuelos, por esto los abuelos no deben contradecir a los padres.
Los abuelos suelen tener la tendencia a sermonear y a dar consejos a los padres y nietos sin que se lo pidan; esto puede crear muchos problemas, ya que produce sentimientos negativos tanto en los padres como en los nietos; produce resentimientos (especialmente en padres jóvenes) que necesitan la oportunidad para formar sus propias reglas y sus propios procedimientos con sus propios hijos. Aunque los abuelos hayan crecido bajo normas autoritarias, deben relajarse y darse cuenta de que ahora les toca a sus hijos crear su propia familia. Los abuelos deben ayudar a los hijos, pero sin evaluar o juzgar sus funciones de padres.
Muchos padres se ponen celosos del afecto de los nietos hacia sus abuelos; se pueden producir resentimientos en los padres (sobre todo en los inseguros) por pensar que quieren más a sus abuelos que a ellos y además puede influir negativamente en los abuelos, ya que estos padres les pondrán muchos problemas para ver a los nietos. En este sentido los abuelos deben comprender que los nietos pertenecen a sus padres más que a ellos, pero el padre debe también darse cuenta que los niños suelen tener su primera lealtad hacia él y no por eso dejar de necesitar a los abuelos.
Algunos abuelos son muy posesivos con los nietos, pueden estar muy necesitados de amor y afecto, pueden sentirse solos y pueden usar a los nietos para sentirse bien, lo que puede causar una especie de competición con los padres por el amor de los niños. El abuelo debe comprender que tener nietos no significa un cambio completo, sino que deben seguir con sus propias vidas aunque integren un nuevo rol.
Las desavenencias que pueden darse entre los padres y los abuelos deben hablarse. Ambos deben aprender a respetar el punto de vista del otro y aprender mutuamente. Ambos tienen en común que quieren lo mejor para el niño y nunca deben olvidar que el niño necesita todo el amor que les llegue de todos los miembros de la familia, por lo que sería un error privarles del mismo. Si padres y abuelos no se respetan crean un clima negativo que afecta a todos. Es necesario fomentar la comunicación entre abuelos y padres para clarificar.

CONSEJOS PARA OPTIMIZAR LA RELACIÓN ABUELO – NIETO:

Un factor muy importante es la frecuencia del contacto:
A mayor contacto, más actividades juntos. Si la distancia geográfica es demasiado grande lo que sí se puede hacer es mejorar la calidad de los contactos, es decir, aprovechar el tiempo que están con los nietos al máximo, jugando con ellos, transmitiéndoles sentimientos de afecto, de comprensión, de amistad… en definitiva, que el nieto sienta al abuelo cercano.
También es importante que el abuelo se adapte a las características evolutivas del niño:
No pueden comportarse igualmente con un nieto de 3 meses, que con una nieta de 4 años o con una de 10 años.
Es importante que los abuelos reciban información sobre las diferentes etapas de la vida:
Para que sean conscientes de cómo son los niños de ahora y de que son diferentes a los de otras generaciones y se enfrentan también a situaciones diferentes.
Una importante función que debe tener el abuelo es la de historiador del pasado y de la familia:
Y ya no es únicamente el abuelo el que cuenta la historia, sino que debe darle la oportunidad al niño para que cuente las suyas propias, lo que le pasa en el colegio, una película, cualquier cosa. Así ambas generaciones se comunican, se entienden, se respetan y aprenden.
También es importante su función de "puente entre generaciones":
Muchas veces los abuelos actúan como puente entre el niño y sus padres, en momentos de conflicto entre ellos, para negociar castigos o privilegios, aunque repetimos que deben tener mucho cuidado en no entorpecer la autoridad de los padres o será peor.
Es muy bueno que realicen diversas actividades juntos:
De diferente tipo y en diferentes lugares. Los abuelos suelen tener mucho tiempo libre. Pueden y deben dedicar ese tiempo a seguir aprendiendo cosas de la vida. El proceso de aprendizaje no debe faltar en ninguna etapa de la vida. En relación con este tema, existen multitud de libros sobre educación de los niños que deberían interesarse en leer. Porque las muchas investigaciones sobre todo ello deben llegar a los verdaderos interesados para que sirvan de algo (en este caso a los padres y abuelos). También pueden asistir a cursos especializados o Escuelas de Padres y Madres (y/o Abuelos y Abuelas).

Gloria Martí Cholbi
(Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación)
Consultoría Pedagógica "Escuela de Padres y Madres"



El nacimiento de un bebé transforma completamente el día a día de un hogar. A los compromisos y responsabilidades ya existentes, se suman otras muy distintas: la de educar al pequeño de la casa, y acompañar su desarrollo y crecimiento. Los placeres de tener un bebé son muchos, pero no se puede ignorar que el trabajo aumenta. En muchas familias, conciliar trabajo, casa, e hijos, es una tarea que requiere mucha habilidad y, en muchos casos, algunos sacrificios. La llegada de un bebé no solo altera la vida de los padres, sino también la de muchos abuelos. Poder contar con ellos es un recurso muy valioso.

La presencia de los abuelos es un consuelo y un desahogo para muchas familias. Los cambios que provocan el nacimiento del bebé les afectan menos que a los padres, y sus obligaciones están en un plan secundario, dependientes del "mando" de los padres del bebé, y de la disponibilidad que tengan para compartir los cuidados, el afecto, y el tiempo del bebé con sus consuegros.


Relación de los abuelos con los nietosLos abuelos pueden proporcionar una asistencia práctica, apoyo, y una cadena de consejos útiles para cuidar al bebé. El encuentro de los abuelos con sus nietos es siempre muy enriquecedor para ambos lados. A muchos niños les encantan estar con sus abuelos por diferentes y variadas razones. Algunos porque al lado de los abuelos no existen tantas órdenes ni obligaciones. Otros porque pueden hacen cosas distintas con ellos, como preparar galletas juntos, comer dulces, dar paseos, ir al parque, y realizar una infinidad de actividades que hacen con que ellos se sientan más libres. Algunos nietos ven a sus abuelos como un amigo, una especie de guía, como divertidos, cariñosos, mimosos y que les gusta estar con ellos. Pero, claro, todo depende de la forma de ser de los abuelos. Hay también los que apenas envejecen y continúan tratando a los más pequeños de una manera muy autoritaria y demasiado exigente.

Pero, por lo general, los abuelos sienten mucho placer con sus nietos. Estar con ellos es también una forma de renovarse personalmente. Es tener más participación en la familia, y sentirse más jóvenes y actualizados. Se aprende mucho con los niños.


Relación de los abuelos con los padres de sus nietos. No siempre se puede decir que la relación de los abuelos con los padres de sus nietos sea la mejor posible. Infelizmente, pueden existir conflictos cuanto al tipo de educación que es aplicada al niño. Las generaciones son distintas y diferentes también son los criterios de educación. Los más jóvenes no pueden cambiar los razonamientos de los más mayores. Los abuelos no están más para educar. Ya han educado, bien o mal, a sus hijos. Los abuelos están para dar cariño, echar una mano de vez en cuando, y pasar un buen rato con sus nietos. Si los abuelos van a estar con los nietos, lo ideal es que haya un acuerdo entre las partes, para el bien del niño y de todos. Para eso, es necesario que entre los padres y los abuelos exista una relación tranquila, específica y verdadera, libre de celos, en la que reine el respeto a las exigencias y a los hábitos del otro.




LA ABUELA NO ES UNA NIÑERA




Los tiempos han cambiado mucho en la sociedad y, de un modo particular, en la familia. Las causas van desde la exigencia laboral, el crecimiento profesional, hasta el deseo desenfrenado de aumentar las ganancias o de asegurar una cierta estabilidad económica en el hogar. El impacto de preocupaciones como estas es visible en muchas familias, en las que se puede notar un empobrecimiento de la estabilidad y de la calidad de vida de los más pequeños. La atención y el apoyo, bien como la experiencia y el afecto de los abuelos, son más necesarios que nunca. Lo ideal es que tanto el padre como la madre cuidasen de su hijo por lo menos durante una parte del día. Pero, infelizmente, el intenso ritmo del trabajo no permite que eso ocurra. Los niños necesitan de la atención de sus padres para que se sientan más arropados y así más felices consigo mismos. Pero lo que ocurre es que muchos padres están ausentes de sus hogares casi todo el día, y en estos casos la asistencia de los abuelos es más que aconsejable.


Abuelos cangurosExisten muchas razones por las que los padres prefieren dejar a su hijo con la abuela. Prefieren dejar al niño bajo sus atenciones que a los cuidados de niñeras o en una guardería. Otra de las razones es la económica. Sale mucho más económico para ellos si dejan a su hijo con la abuela. Puede que sus sueldos no permitan pagar el precio de una guardería o de una niñera. Además, con la abuela no existen límites de tiempo. No tienen que salir corriendo del trabajo para recoger al niño en el parvulario. Sin embargo, lo que muchos padres no consiguen ver es que, al final, están haciendo los abuelos de "canguros", de meros cuidadores. A algunos abuelos no les importan. Pero otros, que llevan una vida más social, ya están hartos de ser los sustitutos de los padres, aunque algunos lo aguantan callados con el miedo a que "si no se hacen cargo de los nietos, después no se los dejarán ver", y prefieren quedar bien con todos.


Celos y competitividadAl dejar a sus hijos con la abuela durante la mayor parte del día, a veces pueden despertar sentimientos de celos hacia ella. Obviamente, por el tiempo que están juntos, los niños construyen una confianza mayor en sus abuelos, y algunos padres acaban sintiéndose culpables y alejados de sus hijos. Esos temores son comprensibles. Lo que huye de lo normal es cuando se produce una "competitividad" entre los abuelos y los padres. Normalmente todo empieza con exigencias por parte de los padres que se muestran demasiado preocupados por si los niños comieron bien, si echaron la siesta, si los echaron de menos, y situaciones por el estilo.

Uno de los problemas que más alteran la relación entre los abuelos y los padres de sus nietos es la aplicación de los límites. En muchos casos, es muy difícil que lleguen a un consenso. De un lado están los abuelos que, creyendo en su experiencia, no están de acuerdo con las ideas de los más jóvenes; y del otro están los padres que no aceptan las intromisiones de los abuelos en la educación de su hijo.

Antes, en las familias, los abuelos, hijos y nietos vivían juntos, y los abuelos intervenían bastante en la educación de los nietos. Hoy, mucha cosa ha cambiado. Del mismo modo en que la estructura familiar ha evolucionado, los abuelos también lo han hecho. Gran parte de las abuelas de hoy no es como las de antes. Suelen tener una vida más activa, mantener una vida social, estando o no jubiladas. Muchas ya no están a las órdenes de los padres de sus nietos. Hacen respetar más su tiempo y sus necesidades.

En todo caso, poder tener algún abuelo cerca de su nieto es alentador en todos los sentidos. Aunque no todo es perfecto, los abuelos pueden representar muchos papeles.


Los abuelos y la educación de los nietos- pueden contribuir con su experiencia en momentos de crisis familiar, tanto en el sentido psicológico, como en el económico, si se puede y es necesario.
- pueden cuidar de los niños cuando los padres no lo pueden hacerlo. Eso es beneficioso para los niños y para los abuelos porque se sentirán más útiles, más considerados y más valorados.
- pueden contribuir en el equilibrio de tiempo en el hogar de sus hijos, recogiendo a los niños en el colego, o quedándose con ellos alguna noche para que los padres puedan salir libremente.
- pueden transmitir valores familiares y mantener el vínculo entre las generaciones. Las historias de familia les encantan a los niños, y contribuyen en su desarrollo psicológico.
- pueden ayudar en la educación, interfiriendo en la comunicación entre padres e hijos. Intentando apaciguar a los dos lados.
- pueden apoyar al padre o a la madre divorciada. Pueden suplir en consejos y en cuidados la falta del otro.
- pueden aprender con sus nietos, acercándose más a las nuevas generaciones. Aprender a usar el ordenador, por ejemplo.


Distintos papeles para padres y abuelosHay una distinción clara entre los papeles de los padres y de los abuelos con relación a los niños. Es natural que, en ausencia de los padres, los abuelos concedan algunos caprichos a los nietos y que adopten distintas reglas. En realidad los abuelos tendrían apenas que centrarse en los aspectos más agradables como el apoyo y el cuidado, aunque para muchos sea más difícil. Por lo general, el papel de los abuelos ha de ser discreto, y nunca impuesto. Ellos son abuelos y no niñeros.


Tomado de la web. de Guia infantil